Honrar nuestra ciclicidad para poder honrar la vida

El 20 de marzo entró el sol en el grado 0 de Aries, iniciándose así el año astrológico y también la primavera. Una de las cosas que me enamoró de la Astrología fue ver que está perfectamente sincronizada con los ciclos de la naturaleza. Así, podemos hablar de signos cardinales (Aries, Cancer, Libra y Capricornio) que son aquellos que inician las estaciones.

Hoy, me gustaría hablar de la ciclicidad de la vida y de la urgencia que tiene que volvamos a respetarla, honrarla… para poder vivir en armonía con todo lo que nos rodea.

Nuestro actual paradigma capitalista tiene como base el capital, valga la redundancia, la producción… Para este sistema, somos seres productivos y/o consumidores. Todas las decisiones se basan en costes, ganancias, recursos… producir, producir, producir, generar riqueza… claro, que esa riqueza solo es percibida por unos pocos, mientras el resto, vivimos en la rueda de hámster de ganar para gastar, esclavos de la deuda…bienvenidas, bienvenidos… a la vida moderna.

Esto hace que nuestras vidas estén totalmente desbalanceadas con jornadas de trabajos imposibles, con la extraña idea, fruto de nuestro condicionamiento, que tenemos que dar siempre el cien por cien hagamos lo que hagamos o que incluso en los momentos de ocio también tenemos que tener planes, es decir, vivir todo el rato hacia afuera… No es de extrañar que en nuestra sociedad haya tanto estrés crónico o crisis de ansiedad…

Para poder llevar este ritmo de producción y consumo, se explota a las personas, se explotan los recursos obligando a la Tierra a producir continuamente a base de fertilizantes y usando pesticidas para evitar que se malogren cosechas y las pérdidas económicas que esto conlleva. De hecho, ya existen semillas tratadas genéticamente con todo ese kit incluido… por no hablar, de cómo tratamos a los animales que consumimos…

Al final, da igual nuestro grado de inconsciencia porque, aunque creamos que el ser humano es un ente superior, aquí un golpe de humildad, somos otra de las múltiples especies que habitan este hogar llamado Tierra, no seres desconectados… y nuestro desequilibrio genera caos y todo ese daño que generamos literalmente nos lo comemos, vuelve enterito para nuestro organismo.

Las mujeres llevamos milenios sobreadaptadas a un sistema que no está hecho para nosotras y bueno, realmente, para nadie porque no va a favor de la vida. Cuando por fin pudimos entrar en el mercado laboral no solo hubo que adaptarse a una concepción del tiempo lineal sino que incluso había que doblegar esfuerzos para demostrar nuestra valía, ya que durante tantos años habíamos sido relegadas a ciudadanas de segunda categoría. El tema es que muchas, si no todas, estamos teniendo crisis profundas donde nos planteamos qué es verdaderamente ser mujer y cuál es nuestra propia naturaleza… Si comenzamos a escuchar a nuestros cuerpos, podemos ver la incomodidad y el malestar por tenernos que adaptar al imperativo de tener que estar siempre haciendo. Puede que algunas no estén muy de acuerdo con esta idea, yo preguntaría qué tal se llevan con la energía femenina.

En nuestro ADN, como mujeres, está codificada nuestra ciclicidad regulada por nuestros cambios hormonales a lo largo del mes… y me parece precioso, porque es exactamente el mismo ciclo que el de nuestra Madre Naturaleza (primavera, verano, otoño, invierno – inicio del ciclo, ovulación, fase premenstrual y menstruación).

En nuestro propio ciclo habita el baile de energías yin y yang o masculina y femenina (como quieras, llamarlas). Hay momentos, donde nos sentimos incipientes como la primavera, listas para actuar y dar el máximo… y otros momentos, igual de sagrados, donde necesitamos recogimiento, descanso, tiempo para la reflexión de lo que ha sido ese ciclo, encarnar un tiempo más circular o en espiral.

Personalmente, cada vez me cuesta más adaptarme al hecho de tener que estar dándolo todo esos días porque me genera mucha rabia y frustración, por no hablar del dolor físico.

Una vida equilibrada ya sea en lo micro o en lo macro necesita actividad y reposo para poder recuperarse…

Una vida equilibrada ya sea en lo micro o en lo macro necesita actividad y reposo para poder recuperarse…

En este momento, en el que la energía femenina está resurgiendo (tanto en hombres como en mujeres), y que será la encargada de liderar el cambio hacia un nuevo paradigma, tenemos la oportunidad de aprender de los errores y de emprender y crear nuevos sistemas que estén más acordes con la Vida. No solo se trata de generar éxito o riqueza a corto plazo también ver el impacto de lo que hacemos, ser más colaborativas. No solo se trata de dar vida sino también de cuidarla y sustentarla.

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