Escorpio, energía de agua, fija y negativa. Entendiendo negativa como aquella energía femenina o receptiva. En Escorpio nuestro encuentro con el otro no es algo liviano sino intenso, profundo… a veces oscuro y siempre magnético que revela nuestros aspectos más ocultos. Con Escorpio aparece la sombra, todo aquello que la personalidad hizo a un lado para poder ser parte de un grupo. En Cáncer se crea un círculo y todo lo amenazante y desconocido queda fuera… de este modo, se pudo desarrollar la identidad, en ese espacio calentito y protegido.
Lo que la conciencia llama «oscuro» queda excluido, relegado al plano del inconsciente, y lo primero que queda excluido es la muerte, la cual forma parte intrínseca de la vida… sin ella, la vida no tendría valor y, Escorpio, es capaz de ver esa totalidad. Al tener esa conciencia de vida y muerte, sabe que cualquier cosa que hoy es, dejará de ser… de ahí que viva todo con gran intensidad, aunque no siempre lo manifieste abiertamente… El miedo a perder puede llevarle a un apego excesivo incluso a la manipulación y el control.
Escorpio está atento a todo lo que es negado: muerte, pulsión, instintos, sexo, poder… y todo aquello que está más allá de la conciencia, que no se puede entender, todo lo que está oculto o es misterioso. De ahí que ser relacione con lo esotérico o con la investigación.
Plutón, uno de sus regentes, representa la bajada a los infiernos para destruir aquello que no vale, y lo escorpiano es capaz de ver que cualquier forma de muerte conlleva una transformación, un renacimiento desde otro nivel.
Escorpio tiene una mirada láser para ver todo aquello que la otra persona quiere ocultar, aquellos aspectos oscuros de su personalidad, sus dolores más profundos… y precisamente porque conoce el dolor puede ayudar a transitarlo y ser un gran sanador.
Todas las personas tenemos está energía en mayor o menor medida q se activa en determinadas situaciones o ámbitos…o la buscamos en otrxs para completarnos…no es una energía exclusiva de la persona con sol en Escorpio… aunque sí forma parte esencial de su naturaleza.
