Filosofía de vida Slow podría definir al arquetipo de Tauro. Cada vez que percibimos el mundo a través de nuestro sentidos estamos viviendo la energía de Tauro… mirar los colores del amanecer, oler la hierba mojada, meter las manos en la tierra, sentir como el sol calienta nuestras mejillas, el aire en nuestra cara… una buena comida, la sensualidad… sentirlo todo en nuestra piel…
Si Aries representa el impulso vital, la energía primordial aún sin forma, Tauro representa la encarnación de esa energía en el mundo material. Tenemos un cuerpo y vamos a disfrutar a través de él. Tierra y fija, es la energía más lenta del zodiaco, entiende que cada proceso tiene un tiempo para desplegarse y tenemos que tener la paciencia para observarlo con calma. Nada de prisas, de estrés…
Tauro valora el proyecto de vida que trajo Aries y lo preserva. Su cometido es cuidarlo, mantenerlo, conservarlo… con Tauro, en el hemisferio norte, la primavera alcanza todo su esplendor. A Tauro le resulta difícil cualquier cambio, siente una gran obstinación por mantener aquello que es conocido, a lo que le ha dedicado su tiempo y energía y a lo que se ha apegado. Siempre buscará estabilidad y seguridad en el mundo de la materia.
Todas las personas tenemos esta energía en mayor o menor medida que se activa en determinadas situaciones o ámbitos…o la buscamos en otros para completarnos…no es una energía exclusiva de las personas con su sol en Tauro aunque sí forma parte esencial de su naturaleza.
