¿Cómo te presentarías? Seguramente eligirías palabras amables, no te preocupes, nos pasa a todxs. Ejemplo, podríamos decir, me considero optimista, agradable, sociable, divertida, entusiasta… y todo eso está muy bien y seguramente forman parte de ti… pero ¿qué pasa con aquellas otras características que no enseñamos así de primeras, nuestra cara B, aquella que tenemos reservada para nuestro círculo de confianza, nuestros miedos e inseguridades, aquellas minimierdis que todos tenemos. No veo a nadie diciendo: «Hola ¿qué tal? Me llamo X y soy celosa, posesiva, intensa, me siento un fraude y me da miedo no complacer a mi familia porque siento que no soy digna de amor por ser simplemente yo». Esto es sombra pero no solo esto, también es sombra aquellas características que muchas veces admiramos en otros y que con casi toda seguridad también están representando partes nuestras a las que no estamos atendiendo o que ni siquiera vemos, porque somos así, tendemos a ver lo bueno de los otros y muchas veces le quitamos valor a nuestra propias cualidades.
Amarse conlleva ver todas nuestras aristas y aceptarlas. Aceptarnos tal cual somos… igual que aceptamos a nuestra pareja o amigo sabiendo que tiene luz y oscuridad… porque vivimos en un universo dual… y todxs, somos Todo en ocasiones… Quizás pienses que la gente es mala, que juzga… que usa la violencia… ¿y tú? ¿eres capaz de ver cuando estás usando tu propia violencia… con otros… contigo? Lo único que nos separa de otras personas que consideramos lo peor, muchas veces, es el grado de maldad que aplicamos o la capacidad de observación y autocontrol que tenemos.
Todxs tenemos nuestros «mondays dramas» como los llama una amiga… Todxs tenemos, a veces, ganas de llorar y otras de reír… nos sentimos fuertes y otras débiles … todxs atravesamos momentos de dolor, que por regla general, suelen traernos grandes aprendizajes y todo está bien porque por mucho que nuestra cultura se centre en la belleza y el «postureo»… todos tenemos el derecho de no vivir a medias esta experiencia que llamamos vida.
